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Conjunto histórico de Olérdola

Fortalezas de poder

1. Historia Documentado el año 929 y fundado por el Conde Sunyer, construído sobre las antiguas ruinas de la ciudad "Civitas Iberoromanas" en lo alto de un cerro para su protección. El S. X fue un siglo de marcadas guerrras entre musulmanes y cristianos. En el 985 el castillo fue atacado y destruido casi en su totalidad por Al-Mansür. En 1108 sufrió otro ataque de los almorávides. Ramón Berenguer III lo hace reconstruir por Jordà de Sanmartí. A mitad del S. XI en una revuelta feudal contra los condes, un tal Mir Geribert tomó protagonismo en la historia de este castillo y se proclamó príncipe de Olérdola, tomando la dirección del mismo. Entrado el S. XII comenzó la época de decadencia del lugar, ya que la frontera o Marca se extendió más al sur, hacia Tarragona. La distribución del recinto medieval que hoy podemos ver comprende tres áreas: la parte superior, zona militar y administrativa, junto con el castillo, la iglesia y la necrópolis. La parte baja, zona donde se encontraban las casas de los vigilantes. Y la parte central, donde estaba la ciudad que se sostenía en las murallas acopladas a la región montañosa de el Pla dels Albats. El castillo enclavado en la montaña del mismo nombre es un lugar estratégico que en realidad lleva milenios de civilizaciones. Tel. de información: (0034) 938 901 420.
2. Historia de Olérdola Ya en la Edad de Hierro y la de Bronce, más de 5.000 años atrás en el tiempo estas montañas estaban habitadas por pequeños núcleos de gente que fue creciendo poco a poco hasta ser más numerosa y consolidada en la Edad Madia Siglos XII y XIII. La razón de que este lugar fuera tan apreciado es el cobijo que brindaba la serranía y los recursos de agua que se encuentran en el lugar. Se han encontrado jacimientos arqueológicos de poblaciones amuralladas de la Edad de Hierro S. VIII-VII a.C. y en el mismo lugar siglos más tarde fue levantada otra cuidad amurallada el Vallum Romá. El muro descubierto hecho con bloques de piedra cerraba el único sector accesible de la montaña. La montaña asi se convertía en una especie de fortaleza y las casas y calles que conformaban aquel primitivo núcleo poblacional formaban parte del recinto amurallado. Se han encontrado viviendas adosadas a la muralla. Entre los S. V-IV a.C. el terreno va ser ocupado por pueblos íberos quienes se instalaron en el primitivo poblado amurallado. Ya casi a las puertas de una nueva era S. II y I a.C. los romanos hicieron acto de presencia en la zona y levantaron sus poblaciones y establecieron un campamento militar para controlar el territorio. Una de las primeras obras que hicieron fue habilitar una vía de comunicación que atravesaba la planicie del Penedés conocida como la Marca. Los pocos íberos que quedaban en la zona se agruparon con los romanos y asimilaron sus costumbres. Del paso de los romanos por Olérdola quedan en la actualidad importantes vestigios como la muralla del castillo, la cisterna y la torre talaia. Eran tiempos de guerra pero poco tiempo después la fortificación quedó abandonada y comenzó un largo período de paz. Después de varios siglos, ya en el S. X se desarrolla una ciudad fronteriza bajo la guía del Condado de Barcelona aprovechando la buena situación estratégica del lugar que más tarde nuevamente quedará deshabitada por sucesivas querras y las poblaciones activas se afincarán por Tarragona.

— Cómo llegar? Se llega partiendo de Igualada por la C-15 o también por la C-244 dirección Vilafranca del Penedès. En Vilafranca del Penedès coger la glorieta de salida a la N-340 continuar unos metros y tomar la salida a Sitges y Vilanova i La Geltrú por la C-15 B. Seguir por esta carretera dirección Sitges y Vilanova i la Geltrú hasta encontrar el desvio que indica a Conjunto Histórico y Castillo de Olèrdola. Desde el desvio al castillo hay unos 2 Km. Desde Igualada a Olèrdola hay 38 Km.
Mapas físicos Google opción 'cómo llegar'.
Mapas cartógráficos ICC Instituto Cartográfico de Catalunya. Usar la opción 'consulta y descarga de mapas'.
1. Espacio arqueológico / Protección del Jaciment Actualmente Olérdola es una de las sedes del Museo Arqueológico de Catalunya con autonomía de la Generalitat de Catalunya. En 1963 la Diputación de Barcelona adquirió los terrenos pasando así a ser de propiedad pública. La protección de Conjunto Histórico de Olérdola quedó contemplado en la primera declaración de Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional en el año 1931. Fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional según la Ley de Patrimonio Cultural Catalán de 1993. La preocupación por la preservación del entorno del Conjunto Histórico llevó a que en 1992 fuese aprobado un Plan Especial de Protección de Espacio Natural de Olérdola promovido por la Diputación de Barcelona. El año 1998 se ampliaron los límites de este espacio natural hasta el Municipio de Canyelles que se enmarca dentro de una ordenación general de los espacios naturales en torno al área metropolitana.
— La cultura Ibérica Es considerada la primera cultura íbera de Catalunya ya que dispone de un sistema de escritura propio. Su economía estaba basada en la agricultura, la ganadería, el comercio y el intercambio con los pueblos coloniales. A cambio de sus excedentes cerealistas y materias primas, los íberos obtenían de griegos y fenicios productos alimenticios como vino y aceite, objetos de lujo, cerámicas pintadas, perfumes, objetos de metal, etc. Como innovaciones tecnológicas importantes los íberos adoptaron el torno de terrisería para trabajar el adobe, y desarrollaron una auténtica metalurgia del hierro.
— La ruta de los íberos La Ruta de los Íberos nos invita a conocer los restos de una de las culturas más importantes de la Península Ibérica y la que significativamente le da nombre. El desarrollo de la cultura íbera entre el S. VI-I a.C supuso la incorporación de nuestra tierras al concierto de las Civilizaciones Históricas Mediterráneas y nos dejó un patrimonio arqueológico tan monumental como espectacular. El territorio íbero estaba ocupado por diferentes pueblos o tribus de los que conocemos el nombre gracias a los textos de los escritos griegos y romanos. La ruta de los Íberos incluye diferentes itinerarios que muestran los escenarios propios de cada uno de estos pueblo. Muy destacados son Empuries o Ullastret.
2. Los primeros pobladores Edad de Bronce S. X-VIII a.C
— Primeros Poblados entre los años 1800-800 a.C. En la Edad de Bronce los primeros pobladores de Olérdola se instalaron en la montaña a inicios o mediados de la Edad de Bronce. Su impronta es débil y se disponen de pocos datos para definir las características del asentamiento, una cabaña, una silla y un hogar de fuego entre otros utensilios de cerámica y herramientas de sílex son los únicos testimonios e aquella época. La base de su subsistencia era la ganadería, los cultivos de cereales, legumbres y la casería. El entono de Olérdola de aquel tiempo eran abrigos y cuevas situadas en los riscos del Valle de Olérdola, los cuales han sido utilizados a lo largo de los periodos históricos como santuarios, lugares de vivienda o enterramientos. es probable que el hombre los habitara desde el Neolítico. En Segarulls en la Cueva de las Pinturas, en los Abrigos de Can Castellví y Can Ximet situados en los riscos de la hondura del Valle y del fondo de la Seguera se han conservado algunos pictogramas rupestres de gran interés. De la Cueva de los Segarulls destacan dos figuras de dos arqueros y del Abrigo de Can Castellví es necesario remarcar la representación de tres cuadrúpedos. El desarrollo de la metalurgia y la consolidación de los procesos económicos, tecnológicos y sociales introducidos en el Neolítico, domesticación y sedentarización, caracterizaron esta etapa histórica. La industria del metal, como trazo básico diferenciador, se perfeccionará y extenderá territorial y socialmente a lo largo de todo el periodo.
3. Los preíberos y Íberos Edad de Hierro S. VIII-I a.C.
— Primer Poblado S. VIII-VI a.C. Los elementos más significativos de este asentamiento Preibérico de Olérdola es la presencia de una muralla detrás de la cual se construyeron viviendas de forma organizada. En el Penedés la mayoría de los asentamientos eran agrícolas y se ubicaban en las planicies fértiles. es en este momento cuando establecieron los primeros contactos comerciales con otros pueblos del Mediterráneo, lo que permitió la llegada de diversos productos manufacturados. La introducción de la metalurgia del hierro junto con el inicio de los contactos comerciales con el mundo fenicio en determinados lugares costeros, provocaron a partir del S. VII a.C. la conformación de nuevos modelos de la sociedad con estructuras de asentamientos más complejos, nuevos ritos de enterramiento y una economía más diversificada. Este proceso culminó con la formación de la primera sociedad del territorio catalán que conocemos con el nombre de Íberos. Los cosetanos, una de las tribus íberas, estaban establecidos en un amplio territorio ocupado actualmente por las Comarcas del Penedés, Campo de Tarragona y la Conca de Barberà.
— Tribus Íberas de la región Los Cesetanos una de las tribus íberas se encontraban situados en la costa central catalana en las actuales Comarcas Garraf, Alt y Baix Penedès y el Campo de Tarragona. De este territorio conocido como Cesetania nos hablan, aunque de forma muy breve, los autores clásico Plini, Polibi y Titus Livi. aquí tuvieron lugar los primeros enfrentamientos entre romanos y cartagineses. Las fuente clásicas nos explican que el escenario de la victoria de Escipió sobre Hannó el año 218 a.C. fue cerca de la ciudad de Cissa de l cual se desconoce la localización exacta pero se cree que fue cerca de Tarragona donde Escipió fundó su base militar.
— El Oppidum Iber S. V-I a.C. Es el periodo ibérico cuando se produce el desarrollo urbanístico del poblado. La muralla preexistente continúa en uso y se conocen algunas de las viviendas y calles, si bien no hay definido un trazo urbano general. Era el núcleo más grande y mejor situado estratégicamente dentro de su entorno territorial. La presencia de pequeños asentamientos agrícolas ubicados en la plana confirman la importancia de Olérdola como núcleo vertebral de una parte del territorio cosetano.
4. Época Romana S. II-I a.C.
— Mundo clásico y fortificación romana Los Romanos arribaron a la Península Ibérica el año 218 a.C. y desembarcaron el la actual ciudad de Ampurias en el marco de la Segunda Guerra Púnica. A partir del S. II a.C, comenzó la asimilación o romanización de los pueblos autóctonos entro de las formas socioeconómicas de los romanos. La paz romana llega poco antes del cambio de Era o Edad y significó la plena integración del territorio al mundo romano. La Época Romana se extendió del S. I a.C hasta el S. VIII d.C. en la cronología total. En Olérdola solo estubieron de S. II al I a.C.
— Campamento romano militar Desde finales del S. II a.C. y los inicios del S. I a.C, los romanos se establecieron en Olérdola para controlar el territorio y en especial la vía de comunicación que atravesaba el Penedés. Aunque fue corto el periodo que estuvieron dejaron una fuerte impronta. Hasta nuestros días han llegado a nosotros tres grandes obras idílicas: las murallas, las torres y las cisternas. El campamento fue abandonado durante la segunda mitad del S. I a.C. momento en que la fortaleza deja de ser estratégica. Los siguientes siglos fueron un ir y venir de comunidades que habitaron la montañeta de Olérdola, las guerras, las dificultades económicas, etc, motivaban el abandono del lugar pero siempre algún grupo volvía a ocuparlo.
5. La Edad Media S. IX-XV
— Ciudad de Frontera en la Alta Edad Media S. X-XIII Los condados catalanes dependieron de los reinos francos hasta inicios del S. X. A partir de este momento la fragmentación de imperio carolingio favoreció la desvinculación con Francia. Los Condados levantaron castillos de frontera alrededor de los cuales se instalaron campamentos. La Iglesia como institución construyó sus templos a l costado de los castillos. El movimiento colonizador movido por un proceso de crecimiento económico asumió una gran vitalidad.
— La civitas Olérdola A inicios del S. X cuando el Condado de Barcelona se expansión por el Sur, Olérdola es recuperada aprovechando su inmejorable situación estratégica sus tan bien conservadas murallas. A lo largo de los S. X y XI la ciudad creció de forma considerable y su término castral era amplísimo algo más de 250Km2. Con la fragmentación feudal se reduce el territorio a 100Km2. La civitas se abandona nuevamente en el S. XII cuando el avance de las fronteras cristianas hacia el Sur le hace perder su función estratégica.
— Estructura urbana de la civitas El recinto fortificado se estructuraba en tres grandes áreas siguiendo el modelo de las tres órdenes sociales establecidas: la nobleza, el clerigado y el pueblo. La parte superior era ocupada por el castillo y el el templo de Sant Miquel. En la parte baja se repartía el pueblo. Con tal de reforzar la defensa se aprovechó la muralla romana que cerraba el recinto por le NE y construyó un muro perimetral que rodeaba toda la plataforma rocosa. La ciudad creció por delante de las murallas ocupando las dos plataformas que se abrían al N y al E. Fuera de las murallas se desarrollaba un barrio extramuros hoy conocido como el Pla dels Albats.
6. De la Edad Media a la Contemporánea
—Tiempos de ocupación y abandono de la civitas A mediado del S. XII con la conquista de Tortosa y Lleida por los musulmanes, catalunya inicia una nueva etapa que estará marcada por la expansión económica y política y esencialmente territorial, dirigida hacia el Levante Peninsular y el Mediterráneo. A partir de este momento las ciudades crecerán y transformarán.
— Ocupación estacional de Olérdola La Civitas Olerdula tuvo una vida corta y de escasos tres siglos en la Época Medieval. La nueva situación territorial y política la desplazó como centro neurálgico y ciudad de frontera. El despoblamiento a partir del S. XII fue progresivo e irremediable. Aunque con poco uso y apenas movimiento hasta el S. XVII hubo alguna actividad en los restos de la ciudad, como el cultivo en las inmediaciones, el uso de la Iglesia parroquial de Sant Miquel y los enterramiento en la Necrópolis de la misma. Poco a poco los siglos fueron tapando y derribando los muros de lo que fue una pujante ciudad. De hecho al día de hoy solo está en pie la Iglesia de Sant Miquel, las murallas mantienen bastante bien sus piedras, hay unos pocos muros del castillo y la plana donde se extendía la ciudad son cimientos o pequeñas bases de paredes. Después del S. I a.C la ocupación de Olerdola fue estacional y muy irregular a través de los siglos.